ANÁLISIS CRÍTICO DE LA POLÍTICA ECONÓMICA SALVADOREÑA, A CASI 20 AÑOS DE GOBIERNOS DE ARENA Y SU IMPACTO EN LA VIDA DE LAS MUJERES

Por Ena Peña y Julia Aguilar
Diciembre, 2008


INTRODUCCIÓN

En este sentido, a lo largo de este artículo, abordaremos al menos seis de los diez ítems que contiene el decálogo que resume las políticas de ajuste estructural, provenientes del Consenso de Washington - CW, enfatizando en cada uno de ellos el impacto directo de las medidas económicas en la vida de las mujeres.

No obstante existe un déficit de datos estadísticos que permitan hacer un análisis más exacto del comportamiento de los diversos indicadores durante todo el período, los datos que se muestran a continuación nos dicen mucho sobre la forma en que la Política Económica Neoliberal ha agravado las condiciones de vida de las mujeres salvadoreñas.

CONTEXTO

A partir de la llegada al poder de la derecha salvadoreña bajo la administración de Alfredo Cristiani en el año 1989, la orientación de la política económica en El Salvador ha estado enmarcada en las medidas definidas por los organismos financieros internacionales sobre la base de una ideología neoliberal, establecida en el Decálogo del Consenso de Washington,[1] como condicionante para el otorgamiento de préstamos para los países del Sur. No obstante, este condicionamiento no difería mucho de los intereses de los nuevos grupos hegemónicos en el país; por el contrario, la puesta en marcha de estas políticas instauraría un modelo económico basado en capitales especulativos, capitales “golondrina” e inversión que tiende a generar poco valor agregado y a generar mayor dinamismo de los sectores importadores.

El pensamiento dominante, en este caso además de ser patriarcal, capitalista y neoliberal, ha querido demostrar que las medidas económicas son “neutras”, sin género, sin clase, sin raza, pero la implementación y desarrollo del dictado de Washington demuestra todo lo contrario.

En este contexto de restructuración económica mundial que ha beneficiado al gran capital, la condición y posición desventajosa de las mujeres en la economía y en la sociedad se ve agravada, a través del aumento de la recarga del trabajo productivo y reproductivo que realizan las mujeres.

19 AÑOS DE POLÍTICAS ECONÓMICAS NEOLIBERALES Y SU IMPACTO EN LAS MUJERES

A lo largo del período 1989-2008, los tipos de medidas económicas adoptados por los gobiernos de ARENA se resumen a continuación:

I. REFORMA FISCAL Y REORDENAMIENTO DE LOS GASTOS DEL ESTADO

Por el lado de los ingresos, se ha priorizado la vía de los impuestos indirectos (Impuesto al Valor Agregado - IVA), y se han reducido y eliminado los impuestos directos (el Impuesto sobre la Renta y el Impuesto al Patrimonio respectivamente). El hecho de adoptar este tipo de políticas genera un impacto social regresivo, en el sentido de que se está gravando más fuertemente a las personas con menores ingresos, con el fin de beneficiar a los estratos altos de la sociedad.

En este sentido, las mujeres, siendo el sector de población más pobre y con niveles de ingresos más bajos en relación a los hombres,[2] ven agravada su situación, al asumir costos adicionales como son los impuestos, esto les disminuye la capacidad adquisitiva ya que se abastecen a precios más altos, sobre todo a la hora de adquirir bienes de consumo cotidiano principalmente para su reproducción individual y generalmente para la reproducción de su familia, como son los alimentos y medicamentos, los cuales fueron gravados con el impuesto al IVA en el periodo del ex presidente Francisco Flores (1999 – 2004).

Por el lado del gasto público, se ha procurado reducir los gastos de administración del Estado, lo que se ha hecho vía cierre de puestos de trabajo en las instituciones públicas. En el caso de la ocupación femenina, las Encuestas de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) reportan que para la rama de Administración Pública y Defensa, se dio una reducción de 30,637 puestos de trabajo en el año 1998, a 24,054 en el año 2007.

Desde la medida del reordenamiento del gasto público, el CW hace una clara referencia en el aumento en el gasto de Salud y Educación. Sin embargo en El Salvador, el gasto en salud no ha visto incrementos significativos, a excepción del 1996 al 1998 donde éste llegó a representar el 8% del PIB,[3] mientras que los años siguientes el presupuesto en salud experimentó una caída, llegando a su punto más bajo de 3.4% del PIB en el 2006.

En estos casos, las mujeres han sido las principales afectadas, ya que la responsabilidad que debería de asumir el Estado en concepto del cuidado de personas enfermas, se ha resuelto a través de servicios externalizados hacia los hogares, y en ellos principalmente hacia las mujeres, a quienes históricamente se les ha impuesto la responsabilidad principal de las tareas del cuidado.

Está externalización de los servicios y los costos que estos producen, sirven de subsidio al Estado para sostener el déficit fiscal y presupuestario que resultaría de asumir los servicios de cuidado a nivel público. Parafraseando a Cristina Carrasco,[4] la mano invisible del trabajo doméstico “mucho más poderosa que la de Adam Smith”, es la que ha contribuido al equilibrio entre los ingresos y gastos del Estado, sin que este aporte sea reconocido en las cuentas nacionales.

Por otro lado, el presupuesto hacia la Rama de educación tampoco ha tenido aumentos significativos; el crecimiento en este rubro se ha estancado en los últimos 10 años, representando solamente el 2.8% con respecto al PIB. El impacto que ello tiene sobre las mujeres y la población en general, se centra en poca cobertura e insuficientes recursos para mejorar la calidad educativa y disminuir el analfabetismo que según el último censo de población, existen 712 mil 727 personas analfabetas, de las cuales 39% son hombres y 61% son mujeres.

II. Liberalización del comercio internacional, DESREGULACIÓN Y Apertura de las inversiones extranjeras directas

En El Salvador, la firma de varios (5 firmados y 2 en negociación) acuerdos comerciales como los TLC y el proceso de negociación que actualmente se está llevando a cabo con la Unión Europea, no se han impulsado con el fin de favorecer a los sectores productivos nacionales, sino más bien, para potenciar actividades de comercio, servicios, maquila (Ver Cuadros 1 y 2), e importación de bienes como los granos básicos. Así, las importaciones de Maíz proveniente de los Estados Unidos han incrementado de $88,366 mil en el año 2006 (año en que entra en vigencia el TLC entre El Salvador y Estados Unidos), a $136,573 mil en el año 2007. Asimismo, las importaciones de Arroz desde ese mismo país, han pasado de $23,726 mil para 2006, a $ 27,092 en el 2007.[5]



Lo anterior deja entrever una tendencia a la generación de mayor dinamismo en los sectores No-Agrícolas, por lo que puede esperarse por lo tanto, un incremento del fenómeno de la migración hacia las ciudades y hacia el exterior.

Para el caso de la migración interna, de acuerdo a Monzón (2007), “Más mujeres que hombres migran de zonas rurales a zonas urbanas.”. Así, en El Salvador, las mujeres que emigraron del campo a la ciudad para el año 2007 representaron un 54% de las mujeres del sector rural, frente a un 46% de hombres migrantes rurales. Los impactos negativos que se generan en su vida a partir de esta problemática, tienen relación directa con las características de la ocupación femenina en nuestro país: como puede observarse en el Cuadro No. 3, las mujeres tienden a insertarse laboralmente en actividades de comercio, servicios (sobre todo servicios domésticos) y maquila; actividades que a nivel de la economía en general, generan un valor agregado mínimo, y que a nivel particular, expone a las mujeres a condiciones salariales y laborales precarias.

De acuerdo al Informe sobre Desarrollo Humano El Salvador 2007-2008 publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD): “Los cuatro sectores productivos donde se concentra la fuerza de trabajo femenina (82%) tienen altos índices de subempleo, en particular para el área rural… Así, de cada 100 mujeres que trabajan en el sector comercio, 75 están en situación de subempleo en el área rural y 45 en el área urbana. En el servicio doméstico, las proporciones aumentan a 93% de subempleadas en el área rural y 81% en el área urbana.”


Sumado a la situación anterior, las actividades domésticas y de cuidados continúan bajo la responsabilidad de las mujeres, derivándose esto en una sobrecarga de trabajo para ellas. En relación a ello el informe citado en el párrafo previo reporta que: “Al calcular el trabajo total –suma de trabajo productivo y trabajo de reproducción social– se tiene que las mujeres trabajan una hora diaria más que los hombres: ellas dedican 10 horas a trabajar, tanto dentro como fuera del hogar, por una remuneración o sin recibir pago alguno; ellos, en cambio, dedican 9 horas a todas las actividades que caben en la categoría de trabajo.”

Por otra parte, según datos proporcionados por la organización Salvadoreños el en Mundo, la cantidad estimada de población salvadoreña residente en el exterior pasó de ser 680,000 en el año 1989, a 3,300,000 hasta el mes de abril de 2007.[6] No obstante estos datos no explican las razones para el incremento en la población, una característica importante de la migración en El Salvador es que se da en condiciones de ilegalidad,[7] por lo que es fácil deducir que la razón principal para emigrar no es el turismo, sino más bien que las condiciones de vida de la población se están agravando.

En el caso específico de las mujeres, según Quintana (2006), “El flujo de emigrantes salvadoreños(as) documentados(as) como indocumentados(as), continua adquiriendo un ritmo acelerado con manifestaciones de feminización de la misma, en los últimos años. Afectando a la mujer migrante, a las que son madres, así como a sus hijos e hijas, fenómeno que no ha sido analizado en el país. La migración de la población salvadoreña tiene como causas: la pobreza, sistema económico excluyente, falta de empleo, falta de oportunidades, oferta de trabajo con mejores salarios en el país de destino, altos índices de inseguridad en el país, enlaces sociales y familiares.” La misma investigación reporta además que el 77% de las salvadoreñas migrantes, identifican las necesidades económicas de su familia como la razón para migrar internacionalmente.

Es importante recalcar que este problema de la feminización de la migración tiene características especiales; de acuerdo a Barahona (2008), “A simple vista, el camino que recorren hombres y mujeres para llegar a Estados Unidos parece igual; sin embargo, la condición de ser “mujeres” las lleva por otras situaciones peligrosas a las que el hombre no tiene que enfrentarse… Un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) señala algunos de los riesgos que las mujeres tienen que enfrentar durante el proceso de la migración; por ejemplo, en la frontera sur de México, un 60 por ciento habría sufrido abuso sexual; un 70 algún tipo de violencia por parte de autoridades o del pollero y un 70 por ciento de las trabajadoras sexuales eran mujeres migrantes temporales, provenientes de El Salvador, Honduras y Nicaragua.”[8]

III. DESREGULACIÓN ECONÓMICA

Este tipo de medidas, se refiere a la liberalización de la actividad económica. Así, a lo largo de los últimos 19 años, se ha ido dando una reducción paulatina de las barreras arancelarias, creación de Zonas Francas y Recintos Fiscales (reforzada por los procesos de apertura comercial), la eliminación de todos los controles de precios (exceptuando el salario mínimo y el precio del transporte público). La dolarización, la liberalización de las tasas de interés y la reducción de las regulaciones al mercado laboral, son mecanismos que han aportado al acuñado neoliberal de “dejar hacer, dejar pasar”, básico para que las empresas capitalistas, que cuentan con el respaldo gubernamental, puedan obtener suntuosas ganancias, a través de la explotación de la mano de obra de las mujeres en el caso de las maquilas, y la especulación de los precios de todos los productos de consumo popular.

De acuerdo a datos del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC, 2008), entre el mes de enero 2007 y enero 2008, el precio de la libra de frijoles ha sufrido un incremento de 68% ($0.50 a $0.84), la libra de arroz un 56.2% ($0.32 a $0.50) y la libra de Maíz, un 37.5% ($0.16 a $0.22). Situación que se traduce al costo total de la Canasta Básica Urbana, la cual de Noviembre 2007 a Febrero 2008, había experimentado un aumento de $0.55.

En contraposición, el comportamiento del Salario Mínimo Urbano ha percibido un comportamiento poco significativo a lo largo del período.

Si recordamos que las ramas de actividad económica donde suelen estar empeladas las mujeres son Comercio y Servicios, y al interior de la Industria Manufacturera, en las actividades de la Maquila Textil, y verificamos el comportamiento de los salarios mínimos de dichas actividades, podemos tener una idea bastante clara de cómo la política salarial ha golpeado fuertemente a las mujeres.

En el caso del Sector Comercio y Servicios, el salario mínimo vigente pasó de ser de $93.00 en el año 1992, a $174.00 en el año 2007. Mientras que las mujeres empleadas en el Sector Maquila, devengaban como salario mínimo, para el mismo período, $93.00 y $157.00 respectivamente.[9]
Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC), a diciembre 2007, el valor de la Canasta Básica Alimentaria urbana por familia equivalía a $156.38, por lo que queda claro que a las mujeres empleadas del sector maquila apenas alcanzaban a cubrir el costo de dicha canasta; mientras que las empleadas en actividades de comercio y servicio, solo contaban con $17.62 para cubrir otras necesidades básicas como el costo de los servicios públicos, vivienda, vestido, etc.

Sin embargo, esta situación no parece preocuparles a las autoridades competentes, ya que el día 3 de diciembre de 2008, “el Consejo Nacional del Salario Mínimo acordó un incremento del 8% para la industria, el comercio, servicios y agro, y un 4% para la maquila de textiles, que se espera sea efectivo a partir del 1 de enero de 2009.”[10]. Esto significa que con este variación, “los trabajadores del comercio elevarán sus ingresos mensuales de 192.30 a 207.68 dólares; los de la maquila textil de 167.10 a 173.78 dólares y los de la industria de 188.10 a 203.15.”[11]

Respecto a lo anterior, es importante resaltar que las mujeres empleadas de maquila perciben menor salario debido a que en el año 2002, el gobierno tomó la decisión de hacer una diferenciación entre las Industrias de Maquila, el sector Comercio y Servicio y las demás actividades al interior del Sector Industria. Esta medida constituye una clara discriminación en contra de las trabajadoras de la maquila, cuyo salario es, muchas veces, el único aporte monetario para su subsistencia y la de su familia.

Por otra parte, las pocas regulaciones que existen por parte de las instituciones estatales al Mercado de Trabajo y los Mercados de Bienes, permiten abusos por parte de los empresarios; de tal manera que, aunque no ha entrado en vigencia todavía el aumento al salario mínimo antes mencionado, ya se está hablando de posibles consecuencias inflacionarias y de cierre de puestos de trabajo.[12]



IV. PRIVATIZACIONES

Bajo los argumentos de que existe una mayor eficiencia en el accionar de las empresas privadas, y de que los procesos de privatización significan una reducción en los gastos administrativos del Estado, en nuestro país se han ido privatizando empresas y servicios públicos como: los ingenios azucareros, la banca nacional, la consulta externa del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), las telecomunicaciones y los servicios de distribución de la energía eléctrica, entre otros.

Sin embargo, estos procesos lejos de mejorar la calidad de los servicios, han resultado en el encarecimiento de los mismos, y en la consecuente dificultad de acceso a ellos por parte de las familias pobres. De acuerdo a Martínez (2006), “Desde la privatización de las distribuidoras de energía eléctrica en el año 1999, los usuarios del servicio eléctrico han sufrido los efectos negativos de la privatización como resultado del aumento de las tarifas. A manera de ejemplo, para una familia con un consumo promedio mensual (154 Kwh.), la tarifa se incrementó de $7.80 en 1992 a $19.70 en enero-junio/2004… En lo que atañe a los efectos de la privatización del servicio de telefonía… para una familia promedio que en 1995 pagaba $9.30, luego de la privatización cancelaba en el año 2004 no menos de $19.70. Adicionalmente, luego de la privatización muchos servicios que tenían un carácter gratuito, pasaron a tener un costo monetario, tales como el servicio de información 114 ($0.23) y la línea de reporte de desperfectos y reclamos.”

En cuanto a los Servicios de Salud, a lo largo del año 2008 se han dado conflictos en diversos Hospitales del Sistema Nacional Salud, ya que el Sindicato Gremial de Trabajadores de Enfermería de El Salvador (SIGEESAL) ha realizado acciones de protesta por el desabastecimiento en las áreas de farmacia, cocina y lavandería (lo cual tiene una relación directa con el poco presupuesto asignado a los servicios de salud), de manera que la atención a las y los pacientes es inadecuada. Asimismo, SIGGESAL también reporta anomalías como cobros de cuotas obligatorias en hospitales del sistema nacional de salud, situaciones de mala atención y discriminación a pacientes con VIH/SIDA.[13]


Esta situación es preocupante en primer lugar porque la no existencia de medicamentos en los hospitales del sistema público de salud y la mala atención en estos, obligan a las familias a acudir a clínicas, farmacias y hospitales privados, de manera que los costos de la atención médica se incrementan.

Un segundo elemento a tomar en cuenta es que, los cobros obligatorios en los hospitales públicos, y la asignación de poco presupuesto para el Sistema Público de Salud constituyen claros rasgos de una posible privatización de los servicios de salud.


Todo esto impacta fuertemente en la vida de las mujeres en varios sentidos: por una parte, la elevación de los costos de salud generalmente implican una asunción, por parte de las mujeres, tanto de los costos monetarios de la atención médica y de los medicamentos, como de los costos del cuidado de las personas enfermas; todo esto a raíz del rol de “cuidadoras” que las mujeres juegan en la sociedad.

Por otro lado, de acuerdo a miembras de SIGGESAL, dado que la mayor parte de las mujeres salvadoreñas están empleadas en el Sector Informal, no tienen acceso a los hospitales y clínicas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), por lo tanto el porcentaje mayoritario de pacientes de los hospitales públicos son mujeres, y por consecuente su privatización las afectaría en mayor proporción que a los hombres; a tal grado que (y sobre todo porque las mujeres hemos sido construidas socialmente para pensar en las demás personas antes que en nosotras mismas), probablemente, dejarían de atender sus propios problemas de salud.

A modo de conclusión, confirmamos que la política económica impulsada bajo los gobiernos neoliberales de ARENA, han generado un agravamiento en la situación específica de las mujeres, que ha llevado a fenómenos como:

Sostenimiento de las cuentas fiscales a costa de los ingresos y del trabajo gratuito de las mujeres.
1. Feminización de la migración interna y hacia el exterior.
2. Incremento en la inserción laboral de las mujeres en actividades de subempleo.
3. Sobrecarga laboral de las mujeres.
4. Externalización de los servicios de cuidado hacia las mujeres, a consecuencia del estancamiento del gasto y el presupuesto asignado al sector salud.
5. Mayor dificultad de cobertura de las necesidades básicas de las mujeres y las de sus familias.


[1] Decálogo de Washington: Disciplina Fiscal, Reordenamiento de los gastos del Estado, Reforma Fiscal, Liberalización de las tasas de interés, Tasas de cambio competitivas, Liberalización del comercio internacional, Apertura de las inversiones extranjeras directas, Privatización, Desregularización Económica y Preservación de los derechos de propiedad.

[2] Para el año 2007, el ingreso laboral promedio de las mujeres fue de $265.81, frente a $290.59 para los hombres; lo cual demuestra mayores dificultades por parte de las mujeres para asumir los costos de la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica Ampliada cuyos montos (para el área urbana), fueron en el año 2007, de $146.30 y $292.60 respectivamente. (EHPM 2007)


[3] CEPAL: Base de Datos estadísticos.
[4] Cristina Carrasco, La sostenibilidad de la Vida Humana: ¿Un asunto de Mujeres?
[5] BCR de El Salvador, Revista Trimestral Abril – Junio 2008

[6] Ver Salvadoreños en El Mundo, http://www.salvadorenosenelmundo.org/LaDiasporaenCifras
[7] Según la BBC Mundo: “Cerca de 42,000 salvadoreños fueron detenidos y posteriormente, deportados desde México entre 2006 y 2007, según datos de la Dirección General de Migración de El Salvador”. http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7280000/7280071.stm

[8] Artículo: “Más mujeres se suman a las filas de la migración” en Realidades del Periódico Virtual de la escuela de comunicaciones, Universidad Tecnológica de El Salvador, Edición septiembre-octubre 2008, http://lapalabra.utec.edu.sv/notas.asp?comunicaID=221

[9] Ver CDC, http://www.cdc.org.sv/documentos?token=ponencia
[10] Ver Diario Co-Latino, http://www.diariocolatino.com/es/20081205/portada/61504/
[11] Ver elsalvador.com, http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=6374&idArt=3097131
[12] Ver, artículos citados en Diario Co-Latino y elsalvador.com.
[13] Ver artículos en Diario Co-Latino:
http://www.diariocolatino.com/es/20080521/nacionales/55187/
http://www.diariocolatino.com/es/20081110/nacionales/60666/

MUJER Y AGUA. VIDA VRS PRIVATIZACIÓN

Por Zenaida Joachin

Para muchas personas e incluso para algunas feministas, pareciera que la lucha que muchas mujeres estamos dando por la defensa del derecho al agua, no es estratégico, y es visto como poco trascendente. No esta tan claro en dónde, en qué, cómo y por qué nos afecta la privatización. Frente a estas dudas, es preciso ubicar cuál es la situación de las mujeres ante tal problemática.

El sistema patriarcal ha configurado para mujeres y hombres una manera de estar en el mundo, a partir de esta lógica impuesta, a las mujeres se nos asignan casi de manera exclusiva las responsabilidades del trabajo doméstico, y es precisamente desde este rol es que tenemos una estrecha relación con este vital recurso; lo que conlleva a posicionarnos de manera diferente que a los hombres en la relación con el agua. Las mujeres nos relacionamos con el recurso agua tanto en el acceso, el uso y el control del mismo, desde diversos roles, como usuarias, como agricultoras, como amas de casa, como madres (acceso y uso), como administradoras del recurso desde los comités de agua (control, aunque aún es muy baja la participación).

Al hablar de privatización es claro que esto genera un aumento de los costos del recurso, lo que afecta a toda la población y en particular a los más pobres y sobretodo repercute en las mujeres rurales, urbanas, trabajadoras, trabajadoras del hogar, que son quiénes tienen a su cargo la gestión cotidiana del agua para sus familias.

Las mujeres hacemos uso del agua en todas las tareas que desempeñamos en el ámbito doméstico, la limpieza de los alimentos, su preparación, el lavado de la ropa, el cultivo, la limpieza de la casa, la crianza de animales, el cuido y baño de nuestros hijos e hijas, y muchas otras faenas, que en el ámbito doméstico, son de responsabilidad casi exclusiva nuestra. Por este nivel de implicancia, consideramos que las decisiones sobre este recurso, si se protege o no, si se privatiza o no, si se da el servicio, ya sea domiciliar o por cantareras, si se aumenta o no el costo del servicio, todo ello tiene un fuerte impacto en nuestras vidas, se impacta la economía familiar, impacta en la salud física y emocional, en la seguridad misma de las mujeres.

En nuestro país existe un ensayo de descentralización (privatización), es la experiencia piloto desarrollada en la zona norte de Usulután con la Empresa Tetralogía –SEM, según datos de la investigación-acción realizada con las mujeres de los grupos de Berlín-Mercedes Umaña, nos indica que el costo mensual que tienen que pagar por este servicio dado por esta empresa a la cual ANDA ha concesionado los servicios de administración del recurso; es de $6.34 por casa-habitación. Costo parecido o en muchos casos más altos que los que se pagan en el Area Urbana de San Salvador, tomando en cuenta la situación económica de estas mujeres, cuyas familias son extensas y las fuentes de ingreso familiar suelen recaer prácticamente en una sola persona, ya que el promedio de ingreso por familia ronda los $ diarios, este costo se vuelve impagable e insostenible.

Según la investigadora colombiana Mariela Adela Rivera señala algunas de las consecuencias de la privatización del agua en las mujeres cuando nos plantea que “... en Cochabamba, Bolivia, la privatización del agua ha provocado un aumento indiscriminado en el precio hasta del 200 por ciento, en tanto que en Conakry, Guinea ha sido del 500 por ciento en sólo cinco años, con un grave impacto en la vida de mujeres, niñas y niños desplazados”. Ella explica cómo “...las mujeres jefas de familia de Colombia y Filipinas, donde les cortan el servicio de agua por falta de pago, vuelven a utilizar el agua contaminada, lo que las expone a sufrir graves enfermedades y a dedicar horas al acarreo, además que dejan de invertir en gastos de alimentación, salud o educación para contar con este servicio... ”.

Para analizar de manera más integral cuál es el impacto de los procesos de privatización, es importante considerar además del costo económico, los costos físicos y emocionales que conllevan estos procesos. Las mujeres entrevistadas de Berlín, indicaron que la Empresa Tetralogía raciona el servicio, y que los tiempos en que prestan el servicio, es de cuatro días a la semana, pero durante dos o tres horas en la noche o por la madrugada[1]; obviamente las mujeres consideran excesivo el pago mensual que tienen que dar por el servicio racionado que reciben y por la mala calidad del agua. El tiempo utilizado por las mujeres para abastecerse del servicio conlleva el que ellas se desvelen durante cuatro horas por lo menos, esperando abastecerse de la mayor cantidad de agua posible, para resolver las necesidades domésticas de su familia.

Esta experiencia con el proyecto de descentralización vivida por las mujeres de Berlín-Mercedes Umaña, cuestiona seriamente todas las bondades y supuesta eficiencia que tienen estos proyectos privatizadores. Siendo obvio que lo único que buscan es que las empresas nacionales, pero principalmente las transnacionales se sigan lucrando. Y somos las mujeres las que cargamos con los costos económicos, físicos y emocionales.

Finalmente solo queda hacernos la pregunta si es o no estratégico para las mujeres continuar con la lucha contra la privatización del agua? Esta es una interrogante que para nosotras tiene una respuesta afirmativa, esta lucha es necesaria, si queremos superar los obstáculos que impiden la presencia y participación de las mujeres en otros ámbitos (educativos, laborales, etc.). La problemática que enfrentan las mujeres en relación al agua, nos coloca también en la urgente necesidad de continuar trabajando por exigir el derecho al agua (acceso, calidad y asequible), como uno de los derechos de las humanas más fundamentales.


[1] Estas mujeres señalan que con frecuencia se acuestan pasadas las 23 hrs o tienen que levantarse antes de las 4:00 am para poder llenar todos los recipientes donde almacenan el agua.


A las organizaciones promotoras, en su mayoría feministas, han desarrollado programas donde destacan diferentes énfasis: Programas de Microcréditos, apoyo a proyectos productivos individuales, las empresas asociativas donde tanto los medios de producción como el trabajo son colectivos y en los últimos cinco años la estrategia de Redes, donde destaca la comercialización. De diversa manera y con diferente intensidad, algunas han incursionado en procesos de incidencia política tanto a nivel nacional como local, a favor de los derechos económicos de las mujeres. A la luz de la investigación realizada, aparece la necesidad de reflexionar en torno al camino recorrido, donde destacan algunos aspectos relevantes, que se resumen a continuación.

1. La combinación del apoyo a las iniciativas económicas con la formación, la reflexión y la concientización de las mujeres sobre sus derechos y sobre las desigualdades de género y la necesidad de cambio son claves para que las iniciativas económicas de las mujeres contribuyan a su empoderamiento. La existencia de espacios exclusivos de mujeres, las organizaciones de mujeres, es fundamental para que éstas deconstruyan roles y asuman en positivo la necesidad del cambio del sistema de género. Fortalecer de forma paralela la capacitación empresarial, la asistencia técnica y la adquisición de habilidades productivas y empresariales, o los estudios de factibilidad también es clave cuando de iniciativas económicas o empresas hablamos.

2. Estos programas y proyectos han incidido positivamente en los niveles de empoderamiento social de las mujeres participantes: incremento de su autoestima, capacidad de relacionarse con otros y con otras, de expresarse en público, generación de espacios de mujeres, visibilidad y reconocimiento social.

3. En algunos casos los ingresos de las mujeres han mejorado, contribuyendo a que sean más autónomas económicamente, pero difícilmente permiten a las mujeres salir de las condiciones de pobreza en las que viven. Las mujeres empresarias/productoras continúan manteniéndose en los márgenes de la supervivencia, la informalidad, la inseguridad y la precariedad.

4. De los analizados, los programas de crédito con enfoque de empoderamiento de las mujeres, en general son aquellos que inciden en mayor medida sobre la generación de ingresos de las mujeres participantes. Sin embargo no cuestionan en la práctica el actual modelo económico, ni las relaciones económicas injustas entre producción y comercialización o la injusticia del sistema financiero, que carga más a quien menos tiene, su apoyo a relaciones de cooperación en el trabajo es limitada por cuanto los recursos materiales son individuales.

Por otro lado, las empresas asociativas, donde la propiedad es colectiva, se enmarcan en propuestas de economía alternativa y solidaria basadas en relaciones de cooperación, que en algunos casos tratan de articularse a sus entornos locales. En este tipo de proyectos el nivel de fracaso es mucho mayor sin duda que en el caso de las empresarias individuales sujetas de crédito, el cual tiene que ver en parte con el diseño del propio proyecto desde sus inicios y en parte también porque son propuestas que enfrentan al modelo actual, individualista que valora sobre todo el capital y desvaloriza el trabajo.

5. En general, las iniciativas económicas que favorecen la salida de las mijeres del ámbito doméstico y enfocadas en la generación de ingreso y no en el autoconsumo, son aquellas que contribuyen en mayor medida al cambio de relaciones de género dentro del hogar, y van favoreciendo que otros integrantes de la familia vayan asumiendo las tareas domésticas y el cuidado de los hijos e hijas. Es por ello que en el estudio realizado, aquellos proyectos que las mujeres desarrollan dentro del ámbito familiar y que se enfocan al autoconsumo, difícilmente aportan a un cambio de condición y de posición de vida de las mujeres.

6. A pesar de algunos esfuerzos a inicios de los 90, las estrategias implementadas manifiestan dos vacíos comunes: la mayoría de las iniciativas promovidas se insertan en oficios tradicionalmente femeninos (comidas, ventas, artesanías) reforzando de esta manera los patrones tradicionales de ocupación femenina. En segundo lugar, no han existido apenas programas estables y sostenibles de alivio a la carga doméstica de las mujeres, por lo que la mayoría de las mujeres productoras y empresarias asumen cotidianamente dobles y triples jornadas.

7. La mayoría de los programas desarrollados se enfocan en apoyar la producción y en mucha menor medida la comercialización. En este caso la experiencia de la Red de Comercialización de la Unión de Mujeres como espacio de acceso al mercado colectivo de muchas empresas de mujeres, que se articulan en el marco de la economía solidaria, plantea la necesidad de apoyar mucho más decididamente el acceso de los productos al mercado, por una parte, y por otra la necesidad de fortalecer y generar redes entre las mujeres productoras y empresarias que permitan aprovechar complementariedades, intercambiar experiencias y conocimientos y construir propuestas colectivas

8. Desde algunas organizaciones feministas se han promovido en el pasado procesos de incidencia política a nivel nacional por los derechos económicos de las mujeres, como fue el FOGAMUJER promovido por las Mélidas, que finalmente fue aprobado como FOSOFAMILIA, o la incidencia realizada desde la Unión de Mujeres y la Colectiva Feminista para la demanda de un Fondo para las Iniciativas Económicas de las Mujeres. Estas organizaciones y otras también han apoyado procesos de incidencia a nivel local para que alcaldías apoyen las empresas de las mujeres, bien con recursos públicos, promoción u otros. Sin embargo este quizá ha sido el campo donde la articulación de expresiones del movimiento de mujeres para la presentación de propuestas a las instancias públicas ha sido más escasa.

El apoyo al empoderamiento económico de las mujeres requiere a nivel práctico:



Mayor especialización técnica de las organizaciones promotoras y mayor énfasis en la formación empresarial y técnica de las mujeres, comenzando por la alfabetización lingüística y matemática, con apoyos a más largo plazo.
* Mayor énfasis en la investigación en particular en cuanto a estudios de prefactibilidad social, financiera y de mercado.
* Un enfoque más decidido en la comercialización, donde el tema de las redes es clave para acceder a mercados no tradicionales y de mayor valor añadido.
* Diversificación de los productos, innovación, creatividad y mejora de los estándares de calidad.
* Formalización de las iniciativas económicas, ponernos por objetivo que las mujeres empresarias puedan contar con salarios dignos y prestaciones.
* Mayor vinculación entre los diferentes programas de las organizaciones de mujeres, para poder articular el acceso al crédito con el apoyo a iniciativas productivas.
* Promoción del acceso de las mujeres a oficios no tradicionales, así como desarrollo de estrategias que contribuyan a aliviar la carga de trabajo doméstico de las mujeres.

A nivel político los retos planteados son también varios
* Mayor articulación entre las organizaciones de mujeres promotoras, en particular en cuanto al diseño de estrategias y la coordinación de los apoyos a las organizaciones de mujeres. En este sentido resulta fundamental ir generando mayor conocimiento del movimiento de mujeres en cuanto a la economía, la macro y la micro, que nos permitan articular propuestas de política pública en apoyo a las iniciativas económicas de las mujeres.
* Generar espacios de reflexión colectiva para construir propuestas alternativas de relaciones económicas centradas en el trabajo, la cooperación, la revalorización de la producción frente a las comercialización, el respeto al medio ambiente, que permitan ir cuestionando en la práctica el modelo económico actual excluyente para las mayorías y sobre todo para las mujeres.
* Mayor articulación con otras organizaciones y redes de la economía solidaria para sumar fuerzas y hacer incidencia común en visibilizar las propuestas de economía alternativa y su reconocimiento público tanto a nivel local como nacional.

HACIA UNA ECONOMÍA SOLIDARIA

Alison Teresa Burns

Esta publicación es el resultado de una importante fase de cooperación de Progressio, a través de la cual, se han fortalecido las estrategias de IMU en torno a la promoción de los derechos económicos de las mujeres. Una de estas estrategias ha sido el desarrollo de esta investigación sobre la realidad de las mujeres en El Salvador, en un contexto social, económico y cultural contrario a las aspiraciones de cambio y transformación que se vienen forjando a lo largo de 15 años de post guerra, después de los acuerdos de paz de 1992.

Economía solidaria

La economía Solidaria es un modelo económico incluyente, el cual considera las capacidades y potencialidades de cada individuo con equidad como base de la construcción de las relaciones justas, libres y democráticas en la integración de un desarrollo social.

El trabajo colectivo es la semilla de la Economía Solidaria; nos da la oportunidad de potenciar las cualidades de cada persona y de ayudarnos mutuamente a superar todo lo que detiene en crecimiento del grupo y de la sociedad en su conjunto.

Lo importante de esta economía es el sujeto social, los grupos organizados como sujetos sociales, esto es el fortalecimiento de los pueblos. Esta economía produce y se basa en las relaciones solidarias, en relaciones humanas de apoyo mutuo, de respeto, de intercambio, equitativas entre comunidades y personas, en prácticas colectivas e intercambios.

Las principales acciones y características de esta economía son:


- Búsqueda del desarrollo integral del ser humano.
- Desarrollo del la persona y de su comunidad.
- Solidaridad: apoyo y ayuda mutua.
- Construcción de la democracia.
- Construcción de una empresa social a partir del desarrollo local.
- Respeto a la naturaleza y a los seres humanos.
- La tecnología y el financiamiento sirven para el desarrollo del ser humano.
- Derecho al trabajo, a la educación, a la salud, al descanso, a una vida digna.
- En el camino del desarrollo los valores culturales como pueblo son importantes.



Amenazas y el camino de futuro

Para los campesinos la construcción de esta economía se ve amenazada por la venta de tierras que viene con la aplicación de las reformas al artículo 27 de la constitución.

Los cambios climáticos operan en contra de la capacidad de los pueblos de defender sus tierras.

La escasez de lluvias y luego las lluvias torrenciales tienen efecto en la pérdida de cosechas. El sistema neoliberal se impone destruyendo y rechazando los saberes populares. Existe una pérdida de las identidades con los programas educativos (asimilación). Los mismo programas de asistencia gubernamentales cambian la dinámica de la construcción de alternativas con los propios esfuerzos.

Retos

Es un reto para la Economía Solidaria producir de una manera eficiente y que de satisfacciones reales a las necesidades; convertir y cambiar la idea de que la Economía Solidaria es una economía de pobres.

Otro reto es establecer relaciones, romper los modelos del consumismo y construir proyectos cada vez más grandes, que impliquen una diversificación de la producción y una pluralidad de mercados.

Hay elementos históricos que nos permiten pensar que los acontecimientos recientes tienen raíces muy profundas y que las soluciones implican un trabajo a muy largo plazo con la participación de toda la sociedad.

En la esperanza que vive dentro del pueblo confiamos para seguir adelante. ¿Quién nos va a indicar el camino? ¿Hacia dónde iremos? ¿Cómo nos enfrentamos a este mundo que está naciendo?

Las respuestas a estas preguntas nos indicarán el horizonte. Una parte de estas respuestas las encontraremos siendo fieles a la realidad, a las demandas de las comunidades, a su paso y a la nueva situación compleja de la recomposición de fuerzas sociales, del ejercicio de los distintos grupos de poder.

POETAS DE CARNE Y HUESO

JULIA AGUILAR



















GANAS

Tengo ganas de leer poesía, de escribir poesía, de verme en la poesía… de que me hagás poesía.

De que inventés poesía con tus pies apresurados.
De que me hagás poesía con tus yemas enamoradas.
De que me quede la poesía retenida entre las uñas.Para que la poesía se me sumerja como vos entre las venas.

Así me voy

“Ya tu mirada no me asusta;
no me engaña, he tomado una decisión...”
Aurora y la Academia


Me voy... bailando como verso–cisne entre la poesía de tus manos, que son oscuras, talvez breves, habitadas de inconciencia ante la verdadera magia que de mí se expande.

Son ese tipo de manos que caminan como tarántulas por la parte tangible de cualquier alma rota.

¡Pero yo sigo invencible!, danzando en tantas ideas tuyas; deslizándome en cada ola de tu letra. Cada migaja de piel mía es para vos una estrofa que aunque sea se piensa.

No importa más el que ahora el arte tuyo sea re-moldear esculturas antiguas, porque mi constitución es sólida; ¡soy obsidiana pura!, mi ballet blanco no está hecho tan sólo para canciones descritas por la poesía en tu voz.
Así que me voy... no te dejo de mí nada palpable. Te pertenece ya únicamente la transparencia de los recuerdos, que es lo mismo que el esqueleto de un girasol, luego de una aurora marchita.

Así me voy... siendo verso-cisne que se desliza de tus manos, para dejar para siempre la tangible oscuridad que las habita.

lAVINIA ARTIGA

















EN TI

En tus lunas se esconden los secretos de los mares de mi piel de volcán encendido
Cautivos, traviesos, fugitivos
Lava que se desliza entre los pliegues de tus piernas
Firmes, interminables, infinitas
Y se me esparcen las cenizas entre el aura de tu cuerpo y el brillo de tus ojos.

En tus estrellas me rebalsan las ganas de mis océanos perpetuos
fluyentes, acaudalados, potentes
agua que resurge de los poros del deseo de mi sexo
incontenible, imparable, apasionado
y se me remojan los sueños de tu cuerpo de sirena colorida
fundido en los ardores de mi pecho
de mujer amazona absorta en los soles que se anidan en tu ser.

ME CONOCI

Me reconocí en tus ojos de atardecer
Y me nació la luz de la noche eterna
Infinita, profunda, sosegada.

Me reconocí en tu voz de océano interminable
Y se me abrieron las vidas
Eternas, sin hora, sin día, sin lugar.

Me reconocí en tus manos de flor nocturna
Y se me entretejieron los sueños
Vivos, diversos, inquietos.

Me reconocí en tus labios de torrente perenne
Y se me desbordaron los deseos
Renacientes, penetrantes, afanosos.

Me reconocí en tu cuerpo de luna divina
Y descubrí el misterio que se recubre en mi esencia
Me ahogué en el orgasmo de tus caderas
Y me revelé mujer amando tu cuerpo de mujer
Desnuda y frente al interminable universo.

FÁTIMA POLANCO


















Recita 1

Leer mi poesía.
Es desnudarme,
abrir los poros,
extender mis alas,
volar alto al cielo,
o, caer en picada al suelo.

Leer mi poesía.
es descubrir mis sentimientos,
dejar que me lean de adentro hacia afuera.
Dejar que conozcan,
los mil y un misterios que escondo

Leer mi poesía.
Es dejar saber quien soy,
para yo poder saber,
lo que puedo llegar hacer.

Insecto Inmortal

Soy un insecto,
Recorriendo tu cuerpo,
despacito, despacito….

Comenzando por tus pies,
que sus hendiduras
parecen un gran precipicio.
Sigo por tus piernas,
que son como un desierto
donde confundo tus venas
con torrentes de agua fría y fresca.

Llegó a tus caderas,
donde delimito mi terreno,
donde pretendo formar mi hogar.

Prosigo…llegando a tu abdomen,
encontrando un remolino
que al parecer es tu ombligo.
Lo rodeo y continuo.

Camino,
camino la vereda que conduce a tu pecho
y quedo sorprendida,
al recordar mi pequeñez,
ante dos majestuosos volcanes
que se ante tornado tus senos,
los rodeo hasta llegar a tu pezones,
donde mi instinto animal quiere morderlos,
probar sus sabores y sus mieles.

Camino un poco más…
Solo un poco mas , para llegar a tu cuello,
Recorriéndolo de hemisferio a hemisferio.

Subo a tu oreja,
Donde declaro y proclamo,
Mi loco deseo de ti.

…seguramente me he vuelto un insecto inmortal…